Esta leyenda tiene lugar en el palacio de
Allí todo era un algarabía de crios y alegría, y hacía poco tiempo que los señores del palacio habían sido padres del protagonista de nuestra historia de hoy.
Este niño era muy querido y mimado por todos, un día, debido a un descuido de la niñera, una osa se acercó a él y cogiéndole en sus fauces con mucho cuidado se le llevó hacia el bosque.
La nodriza, cuando se dió cuenta de la falta del niño, se marchó para informar a la gente del palacio para que la ayudaran a encontrarlo. Estuvieron rebuscando por todos los escondrijos, rios, cuevas, malezas.... y cuando ya estaban a punto de darse por vencidos, uno de los escuderos más astuto, cruzó a nado el río y cuando llegó a la otra orilla, escuchó un ronroneo que provenía de los matorrales. Al retirar las malezas con prudencia, pudo observar como la osa proporcionaba de mamar a la criatura.
Cuando el sirviente reaccionó, asustó a la osa chillando y tirándo piedras para así poder salvar al niño de las garras de la osa.
Una vez en el palacio, todos celebraron el retorno del chiquillo y la heróica acción del sirviente. Los dueños decidieron construir una iglesia en homenaje a San Salvador en los parajes de Cornellana.
En el monasterio de San Salvador, en el escudo de la fachada, en el de la torre izquierda de la iglesia, se pueden ver todavía unas pequeñas esculturas donde se representan la entrañable escena de la osa dando de mamar a un niño.