Mi hijo me metió en esto, dice que si me falla la memoria aquí queda reflejado, y como ya lo mio son historias de abuelitas
viernes, 24 de septiembre de 2010
Cuento el ratón de campo y el ratón y de aldea
Eran dos ratos que se encontraron en el monte. Ún estaba muy gordo y muy
guapo, y el otro daba pena mirar pa él, taba muy flaco porque pasaba “muita fame.” Díxo-lle el flaco:
—¿Cómo tas así gordo y así guapo este año que nun hay nada que comer
nel monte, que nun houbo nada de cosecha? Eu tou chen de pasar fame y nun
sei cómo tú te podes encontrar así ben.
D íxo-lle el gordo:
—Mira, tou n’un molín, alí hay meiz*, hay trigo, hay farina, como todo
cuanto quero, nun paso falta de nada.
—¿Y nun hay gato?
—Sí, home, sí, hay un gato que ta medio bobo, é muy viejo y ta sempre
durmindo. Vente conmigo, nun seas bobo, xa verás que ben lo vas a pasar.
Conque el rato flaco veuse vindo tras del gordo, chegaron a porta del
molín y víu el gato, y díxo-lle:
—Y bueno, ¿y tú pasas por xunta d’él y nun fai nada?
—No, home, non, xa lo verás.
Pasóu pra un lado, pasóu pra l’outro, presumiendo con la cabeza alta y el rabu tamen, pero al volver pasar, vaise el gato,
abre os ollos y víulo, cóyelo coa pata y ¡al buche!, coméulo.
E l outro, que taba observando na porta, dixo él:
—Bueno, pos vólvome por unde vin, porque ¡vale más tar flaco nel souto
que gordo na barriga d’outro!14
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jueves, 16 de septiembre de 2010
La manteca
La manteca en Asturias, es conocida por varios nombres, mantega, manteiga, mantecha.... Este derivado lácteo, suponía un lujo en la alimentación de los habitantes del mundo rural,ya que la mayoría de las mantecas que se generaban se vendían en los pueblos, en ferias o a casas que las encargaban; era una manera más de llevar unos "cuartos" a la maltrecha economía del hogar.
El proceso de fabricación de este alimento básicamente, era introducir la leche y las natas en un recipiente (mazadeira) y batirlo enérgicamente hasta conseguir unas bolas; se escurría el suero y se amasaba hasta conseguir una sola bola compacta que luego se dibujaba con ayuda de algún objeto, sea un tenedor, vaso, cuchara....
A grandes rasgos esta es la teoría, pero ya sabéis que me gusta más contaros la otra cara, de estas acciones del trabajo rural asturiano
Mientras se mazaba pra sacar la manteca las mujeres solían cantar ironizando sobre la acción que estaban desempeñando:
Mazate Tcheichí
de vaca Mosea
tanta manteca
como una caldera
Mazate mantega
y entrate en mios ñates
primero yo te coma
que el amu de les vaques
Mazate mantega
de Valdeburón
primero yo coma
que vuelvas al zurrón
Me acuerdo de un cuento un tanto malicioso que me contó mi abuelo, en una de aquellas estancias en el Barredal voy a intentar abreviarlo:
Era un mozo que el probe era medio tonto, y un día su madre fizoi una manteca para que y la llevara a casa de su novia ya que quería casalo cuanto primero mejor, ya que aunque era muy bueno, daba un poco la lata, faciendo preguntas sobre todo y todo el día.
Así que tando faciendoy la manteca, el guajón no paraba de day la lata la madre, pregunta que pregunta, dando vuoltas alredor d'ella, la mader ya no aguantaba más, terminó de facei la manteca y dijoi:
-toma, llevai la manteca a la tu novia y así dejasme un poco tranquila (mientras se la envolvía en papel de estraza
El mozu coge la manteca y mirando pa ella preguntai a la madre
-¿Y donde y la llevo?
-¡Metela en "cu" si te paez!¡pero marcha y dejame en paz!
El guajón sin pensalo dos veces, mete la manteca en la entrepierna y marcha camin de casa la noza
Cuando llea a casa la moza tou contento con el regalo dase cuenta que se está derritiendo la manteca y coge a la moza por el brazo y dicei abriendo un poco el pantalon por la cintura:
-coge pan y moja aquí,
que fixolo mi má
pa tí y pa mí
La foto es buscada en internet, me recuerda a las que me bajaba una señora de Faidiello encargadas por mi abuela a ver si engordaba un poco ya que siempre fui muy delgada
jueves, 2 de septiembre de 2010
FONSO
Entrañable recuerdo me trae este personaje, haciéndome dar un viaje al pasado, a mi niñez; este duende habitante de los pajares, es como un trasgu asilvestrado, parece que le gusta estar entre el ganado y viviendo entre la hierba seca del pajar.
Hoy os voy a contar esta vivencia cuando contaba unos cinco años aproximadamente:
Pasabamos gran parte del verano sobre todo el mes de julio en casa de mi abuelo en el Barredal, ayudándole a la “yerba”, un día nos encontrabamos en la cabaña del Sierro ya con la hierba esperando a la puerta del pajar, mi hermano y yo revoloteábamos alrededor de lo montones jugando cuando mi abuelo se acercó a nosotros y muy serio nos mandó que nos escondiésemos detrás de uno de los montones de hierba y estuviéramos callados y sin movernos.
-¿Qué pasa abuelo?
-A Fonso no les gustan los niños, si os ve no saldrá.
Sin más explicaciones se dirigió a la puerta del pajar, abrio la puerta empujándola con fuerza, ya que esta se resistía y hasta perecía que el rinchido fuera un lamento, con el palo que llevaba en la mano, empezó a golpear las paredes gritando ¡sal Fonso! ¡sal Fonso!
Después de un momento que me pareció eterno salió mi abuelo con la cara risueña y puso la primera palada en el pajar.
Mi incertidumbre era enorme y como niña que era llovieron las preguntas
¿Qué pasó? ¿Quién es Fonso? ¿Dónde está? ¡¡no vi nada!!
-¡Claro no lo podéis ver, corre como el diablo! Debe tar como poco ya en Tablao
Miraba para el pueblo al otro lado de la montaña y contesté que imposible.
Este recuerdo lo tengo vivo, en mis indagaciones sobre este ser mitológico, no han dado casi fruto, preguntando por Belmonte solo un par de personas se acordaban de este nombre, asegurando que sus antepasados golpeaban las paredes para echar a este personaje, con la creencia de que era el causante de que la hierba para el ganado en el largo invierno no durase hasta la primavera cuando el ganado volvía a los pastos
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