martes, 2 de marzo de 2010

Pepe Rosca (Cuento Asturiano)



Pepe Rosca fue al pueblo a llevarle una cesta de peras a don Candido. Llegó en el preciso momento en que estos comenzaba a comer; entregó su regalo a la criada y pasó al comedor a saludar a los señores. Don Candido le invitó cariñosamente:
-¿quieres comer con nosotros?
-¡No señor, ya comí!
Acabaron la sopa y la criada colocó sobre la mesa la fuente de cocido. ¡Y qué par de chorizos llevaba, y de jamón y carne!
-Vamos Pepin –insistió don Candido-; por vergüenza que no sea, no dejes de comer
¡No, no señor! Si por vergüenza non ye
-¡Pues entonces, hombre!
-¡Bueno, pos qué caray…! Comer non comeré porque ya comí, pero puedo picar algo.
Alguna cosa! De todo: de todo picó el rapaz, del cocido, del chorizo de la carne, y luego de la tortilla, y luego de la natilla… ¡Y que entusiasmo y con que rapidez! Los hijos y la mujer de don Candido tuvieron que quedarse a media ración y para la criada no sobró migaja….
Cuando se levantaron de la mesa, don Candido se apartó a un lado con Pepin y le dijo ásperamente:
-Para otra vez amigo Pepin, cuando quieras comer, esta es tu casa, pero cuando quieras picar, ¡vas a picar a casa de tu madre|

6 comentarios:

Pluma Roja dijo...

O sea que el tipo, Pepin los dejó sin nada. jajajajaja.

Muy buen relato.

Saludos cordiales,

Hasta pronto.

thot dijo...

Ja,ja,ja...qué buena historia.
Menos mal que iba sólo a picar !!!!

Gracias por compartirla.

virgi dijo...

Mi madre siempre nos decía que a las casas ajenas no se iba a la hora de comer. ¿No lo sabría Pepín?
Muy simpática la historia, besitos, Loli

Rowen dijo...

jajaaja
muy bueno!!!
:)

El tejón dijo...

Ya lo dice el refrán:" El comer y el rascar, todo es empezar"

J.R.Infante dijo...

Muy simpática la historia, yo conocía algo similar con un cura valenciano, que también pasaba por la puerta del vecino a la hora de la comida.
Es muy interesante la divulgación de estos cuentos, que no se pierdan.
Un saludo