miércoles, 30 de junio de 2010

La Borrina


En Asturias a la niebla se le llama "Borrina", para que se marche se hacen conjuros este es uno de muchos de ellos, la niebla amenaza el ganado y esto asusta a los campesinos ya que hace perderse al ganado y esconde al lobo su gran enemigo.
En ellos se conjura a Xuan de la Borrina, siempre va acompañado de un gran perro lanudo y una mujer que dicen tiene barba.
Escampla nublina
de valle en vallina
regueriros abaxo
canales arriba
que vien Xuan de la borrina
xurando y votando
que ta de comer
con la su muyer barbuda
y la sua perra lanuda

miércoles, 23 de junio de 2010

Encantos en la noche de San Xuan


El culto al sol en la noche - mañana de San Juan proviene de su coincidencia con el solsticio de verano, que ya era venerado y celebrado por los celtas. Fue muy común que los jóvenes del litoral asturiano, subieran en la noche de San Juan a los montes cercanos para ver al sol bailar en el momento en que aparece bañándose allá donde las aguas del mar se juntan con las del cielo.

También se da culto al fuego saltando la famosa y tradicional hoguera de S. Juan. Quemando en papelitos las malas experiencias del año y pidiendo deseos

El culto al agua se representaba bañándose en agua o rocío en esta mágica noche. Se creía que todos los santos bendecían esa noche a las doce, campos, montes, ríos arroyos y fuentes.

En Proaza, los jóvenes iban de madrugada a lavarse la cara a las fuentes y las personas mayores que padecían sarna o erupciones cutáneas, se revolcaban completamente desnudas en los prados, costumbre también registrada en Aguino (Somiedo), en Borines (Piloña), Tormaleo (Ibias) y algunos pueblos de Allande eran las mozas las que se revolcaban, completamente desnudas, en los prados para participar en las virtudes del rocío.

En la Riera (Somiedo) tienden las ropas al rocío porque esto libra de las enfermedades a quienes luego las usan.

Los vecinos de Perlunes y Valle del Lago, en el concejo de Somiedo, sometían a las ovejas a aspersiones de agua y después las llevaban a pacer a la rosada (rocío) antes de que saliera el sol, porque los rayos del astro le quitan la virtud. También era corriente poner, en la víspera de S. Juan, sal al sereno y dársela al amanecer al ganado; este rito de “salar las vacas con sal bendita” servía para preservarlas de las enfermedades.

Otra importantísima costumbre era la de coger la flor del agua que brota en el cristal de las fuentes en el instante de romper el alba de la mañana de S. Juan, y que no dura más que un instante y que haría feliz en sus amores al que lograra cogerla en ese momento.

En varios concejos asturianos era costumbre que fueran las mozas de un pueblo a quitar la “flor del agua” a las de otro cercano, lo que ocasionaba grandes riñas y peleas. En otros lugares, la moza que llegaba primero a un manantial o a una fuente colocaba una rama como señal de que había logrado coger la flor del agua; cuando llegaba otra, hacía lo mismo, porque comunmente se creía que la moza que hubiera logrado coger la flor del agua se casaría ese mismo año.

Por último, el culto al árbol y a los vegetales se halla también representado en los ritos de S. Juan. Los mozos asturianos colocan ante las casas de sus novias un árbol (roble o fresno) denominado ramu, con el objeto de que el santo los bendiga. Tras ello, recorren el pueblo cantando:

Mañanita de S. Juan, madruga, niña, temprano a entregar el corazón al galán que puso el ramo.

Las mozas, por su parte, enraman las fuentes y los manantiales, es decir, los adornan con ramas y flores.

En algunas parroquias, como en la de Jarceley (Cangas del Narcea) colocan sobre el tejado un ramo mojado en la fuente esa mágica noche con el objeto de que no puedan caer rayos sobre la casa. También es tradicional coger el trébol de cuatro hojas (de ahí viene la canción de “a coger el trébole…”) Las hierbas medicinales no se recogen antes de medianoche, luego se cuelgan en las ventanas de las casas para que reciban la bendición de S. Juan. La más famosa es la flor de saúco:

La flor de sabuco madre, yo la tengo recogida del sereno de S. Juan que sirve de medicina.

Es importante destacar que los cuélebres pierden su poder mágico. Las damas encantadas salen de sus cuevas y de las fuentes a peinar sus cabellos con peines de oro y a ofrecer sus riquezas al que sepa y tenga valor para desencantarlas. De las peñas y de los manantiales brotan piedras preciosas. Y aparecen gallinas con pollos de oro picoteando las flores silvestres. Unos encantos regalan vacas a los pastores. Y otros, juegan un partido de bolos con boleras de oro…

domingo, 6 de junio de 2010

Carta abierta a Mercedes, Revilla, Cuesta….




A lo largo de estos meses he leído multitud de noticias sobre el caso “Ferreiro”y aún soy incapaz de creérmelo. ¿Cómo es posible que los pecados ancestrales de nuestra sociedad española surjan día tras día haciéndonos sonrojar, desde las páginas de cualquier periódico?
Como muchos sabemos, uno de los males endémicos de nuestro amado pueblo sigue siendo la envidia; pero no una envidia sana, con intención de superarse y estimular la capacidad creativa, sino una envida nefasta, encorajinada y altamente destructiva.
La víctima en esta ocasión es una persona, mejor dicho un “paisano” con letras mayúsculas, ser excelente, que presume de ser grandales por donde quiera que va. Es realmente triste que hayan tenido que ser vertidos ese montón de vituperios hacia la persona que más a hecho por Grandas de Salime, por lo que es conocido en muchas partes de la geografía ya no solo asturiana, sino europea y más allá de nuestros mares
Toda persona ha de tener una oportunidad al menos de demostrar su inocencia, con él se le destituye se le menosprecia y punto, pero, es que en este caso mas de 20 años de vida profesional en el museo avalan de sobra su calidad
Si por el museo han pasado tal cantidad de gente, es porque acredita la calidad, fuerza, personalidad y cualidades humanas suficientes para estar en el puesto en “su museo”
Tal vez ignoren ustedes estas puntualizaciones, pero reitero que la envida y odio reflejada en esos agravios a su persona a lo largo de estos meses y sus actuaciones, solo aumentan el valor de mis convicciones.
Probablemente, y sin porponérselo, más que desacreditar a la persona a la que me refiero, le hay rendido una admiración sorda, ciega y ferviente, acrecentando aún más (si ello es posible) su popularidad.
Solo me resta añadir la tremenda osadía demostrada por ustedes a lo largo de estos meses, mintiendo, usurpando, vanagloriándose de su trabajo, en vez de tener la humildad de reconocer sus errores en este despropósito.
Valor amigos, aprended a valorar mejor a las personas y no actuar por envidia, odio y desinformación, y eso redundará en que aumente un poco su popularidad y respeto entre los asturianos.
Se despide atentamente una insignificante ama de casa
¡Haxa salú!

martes, 1 de junio de 2010

El Mojón


Había una vez un sastre que trabajaba de pueblo en pueblo por la sierra de Arcello. Una noche, despues de varios días fuera de su casa decidió ir a dormir en ella allá por Vigaña, los vecinos del pueblo que le acogió le aconsejaron que no se adentrase por la noche en aquellos parajes, diciendoli que en la Senra se oían quejas y lloros.
Haciendo oidos sordos a las advertencias, se adentró por la Senra dirección a Vigaña, al poco, por el camino, a sus espaldas empezó a oir unas lamentaciones, cuanto más aceleraba el paso, parecía que las lamentaciones estaban más cerca, vió de reojo una sombra y se paró en seco, hizo un circulo en el suelo con las tijeras y se metió dentro.
La sombra viendo el miedo en el hombre, le calmó diciendo:- no tengas miedo hombre solo quiero que me hagas un favor-
Así aquel alma le empezó a contar que tenía que ir a casa de su hermano y volviera el mojón a su sitio de cierta tierra que él habia cambiado para engañar a otro vecino, ya que desde que había muerto esa fechoría no le dejaba descansar en paz ya que tenía remordimientos por lo mal que se había portado.
El sastre al día siguiente hizo el encargo y nunca más se volvió a oir aquellas terribles voces por la sierra.