domingo, 25 de julio de 2010

El Pan


Hoy domingo como casí siempre voy a la panadería de Otero a compara el pan de leña que tanto nos gusta; he tenido suerte, está calentito recién sacado del horno, subiendo hacia casa, vuelven recuerdos de aquellos días en que tuve la suerte de ver a mi tía Leonor en Sanzo (Pezos) cocer el pan.
Era aquel día especial, un nerviosismo nos invadía, para mí todavía más, ya que aquel ritual ademas de llamarme la atención, tenía su gran premio pan calentito, recién horneado, blandito, y además ya puestos en faena pues también se elaboraban ricas mantecadas.
Era este día un gran esfuerzo para las mujeres,ya que no se podían olvidar las otras tareas de la casa y quehaceres ganaderos.
Primero había que acarrear la leña cerca del forno, la tarea de amasar, en la antigua masera donde esperaba el "formiento", allí se dejaba tapado con un gran paño blanco; mientras se esperaba a que subiera la masa, se encendía el forno con la leña "arroxar" hasta que tenga buena temperatura. Mientras va cogiendo la temperatura adecuada se hacen las fogazas, unas nueve por formanda sin olvidar el pequeño pan de "San Pantaleon" que antiguamente se regalaba al primer pobre que pasara por la puerta.
Las porciones de masa (fogazas sin hornear) ya están esperando, ahora hay que limpiar el horno de brasas, para ello usamos el rodal y el baxase (una escoba de ramas). Ya está listo el forno así que vamos metiendo la fogaza en el horno con ayuda de la "paira" sin olvidar hacerle una cruz y rezándole una oración
A S. Pantaleón que lo saque bon
A S. Justo de pouco lo volva moito
A S, Vicente que lo acrecente
A S. Bartolo que saque bon bolo
y a S. Froilán que saque bon pan
con el forno lleno se cierra y la espera se hace eterna, pero el resultado ...
¡¡¡¡Uyyyy! que estoy en la puerta de casa, ya he vuelto a dejarme llevar por mis recuerdos, ¿ creéis que merece la pena?

domingo, 18 de julio de 2010

La Colada


Hacer la colada para nuestras antepasadas no era precisamente poner una lavadora. Hacer la colada era lavar la ropa blanca, para lo cual se seguían unos ritos que las adolescentes de ahora tomarían a risa o lo verían como cosa de brujas, voy a intentar contaros como hacía mi abuela la colada en un caserío sin agua corriente la mas cercana estaba a unos 300 ó 500 metros, no me acuerdo exactamente el regueiro lo llamaban el Regueiron aunque otros dicen regueiro A Casía.
La lavadora de entonces en cuestión, consistía en una corteza cilindrica (robo)de castaño, adaptada a una piedra plana (la dala), que lleva un canalillo por donde luego va saliendo el agua, se introduce la ropa y se le pone encima un paño blanco (coladoiro), encima de este trapo se le echa ceniza de la lareira y hojas de laurel, el paso siguiente es ir poco a poco vertiendo agua "tres templadias, tres calentías y tres fervidias", de este modo la ceniza al contacto con el agua actuaba como lejía que desinfectaba y blanqueaba la ropa.

domingo, 11 de julio de 2010

Dia lluvioso


Mi padre me asombraba muchas veces, aquella entereza y sonrisas en momentos duros como queriendo ser el quien animara, me acaba de venir a la memoria este momento sentados en la sala de espera de radioterapia, nos hizo reir un rato, le dió por contarnos una historia breve que Sé (José de casa Grana, hermano de mi abuelo) de Cezana en Belmonte de Miranda le contó cuando era niño y aquí os la dejo, sí sirve para limar asperezas y sonreir ya me doy por contenta. Un beso papa te echo de menos

Taba un fiu mirando por la ventaña y dijo muy contentu:
-Agua a Dios y venga mayo que mientras llueva no trabayo.
a lo que le responde el padre que estaba escuchando:
-Agua a Dios y mayo veña, que mientras llueva vas picar leña.