viernes, 9 de noviembre de 2012

Quien no ha temido alguna vez.....

Muchas tardes de aquella infancia se repetían alternados dilemas....

Mis ojos miraban asombrados y horrorizados. No sabía que era peor aquellos cuadernos de Rubio
O enfrentarme a una vainica doble de la cual siempre me saltaba algún hilo.

Así que  lo mejor sería rodear el camino a casa, perderme por algún que otro recodo y retardar un poco  lo que no tenía vuelta de hoja
Tarde o temprano habría que enfrentarse a las odiosas multiplicaciones y divisiones con decimales. ¿A quien no le ha pasado?
 Este camino era mi tortura, llegar a casa y abrir la libreta era ya ponerme a llorar ¡¡¡¡os sigo odiando puñeteras cuentas!