lunes, 30 de enero de 2012

DEXA QUE XÁ....



Grandiosa frase, la oí por primera vez hace años en Grandas, me dio que pensar, en aquellos años poco sabía esta ignorante ama de casa de “A Fala” y del saber popular del pueblo, ahora la entiendo mas que nunca.
Hace dos años de la destitución de Pepe como director del museo, de aquel acoso y derribo hacia su persona con toda clase de calumnias y mentiras, aquellos días me vino a la memoria esta frase y la convertí en mi lema particular, pocos tenían fe, pero siempre les dije que el tiempo pondría a cada uno en su lugar, “dexa que xá”, bueno pues no es que ya hubiéramos “ganado la guerra” pero alguna batalla sí, hoy por hoy alguno de los que difamaron a Pepe son ellos los que están bajo sospecha y “lo que te rondaré morena” que hay mucho que destapar.
Enhorabuena por el nombramiento y reconocimiento pero abramos los ojos que “el demonio nunca duerme”
LA VOZ DEL OCCIDENTEEL CONSORCIO NOMBRÓ A PEPE FERREIRO MIEMBRO DE HONOR DEL MUSEO DE GRANDAS DE SALIME
“Era un acto de justicia que estaba pendiente, para un hombre que ha luchado toda una vida por la instituión”, declaraba el consejero de Cultura Emilio Marcos Vallaure
Ayer cumplía dos años una de las grandes injusticias que los socialistas del gobierno arecista cometieron bajo su mandato: el cese de Pepe Ferreiro como director del Museo Etnográfico. Y hoy, esta tarde, dos años después, el gobierno de Cascos le ha restituído el honor a este hombre, contra el que se cometiera una de las más grandes felonías.
El Consejero de Cultura y Deporte, Emilio Marcos Vallaure y el Director General de Patrimonio Cultural, Joaquín López Álvarez, presidieron esta tarde la reunión del Consorcio para la gestión del Museo Etnográfico de Grandas de Salime en la sede del Museo, junto con la nueva directora, Susana Hevia, el alcalde de Grandas, Eustaquio Revilla, y el resto de los miembros del Consorcio. Entre otros puntos de protocolo obligatorio, se tocó el más importante y llamativo desde el punto de vista informativo, el nombramiento de Pepe Fereiro como miembro de honor del Museo Etnográfico que él mismo había fundado ya hace más de treinta años. Era necesario este nombramiento por varias razones, pero sobre todo, por hacer justicia y devolver la honra y el honor que nuestro Pepe Ferreiro se merece. El daño causado durante estos dos años nadie se lo va a poder arrancar. Pepe ha llevado un golpe moral, síquico y físico del que jamás se recuperará, pero este nombramiento hará las veces de bálsamo para intentar tapar las graves heridas que la cacicada de su cese le había infringido. Quedarán las cicatrices, pero a partir de mañana, Pepe caminará con la cabeza alta tras haber ganado la batalla de la justicia en una guerra que él no había declarado. Tras su cese, se creó una plataforma que ha venido exigiendo durante estos dos años la restitución del honor y la dignidad para el Ferreiro de Grandas.
Y ayer tarde, dos años después llegó la hora. Eso sí, votaron a favor de esta distinción todos los miembros del Consorcio, menos uno, el voto en contra del alcalde de Grandas de Salime, Eustaquio Revilla, que se manifestó en contra de este nombramiento desde el primer momento. No hay que olvidar que él fue, si no el principal, uno de los principales artífices de la maniobra que se gestó para su defenestración hace dos años. El propio consejero, Emilio Marcos Vallaure, declaraba que este nombramiento es de justicia y era imprescindible hacerlo con Pepe, en honor a su trayectoria, por justicia y porque el Museo no sería hoy una realidad sin el sacrificio, el trabajo y la entrega de Pepe Ferreiro durante toda una vida.
A partir de ahora, Pepe Ferreiro, colaborará con el museo de Grandas, ayudará, trabajará y volverá a sentirse lo que fue siempre, una pieza más de este Museo, que sin Pepe no era ni podía ser aquello para lo que fue concebido. Pepe volverá a formar parte del Consorcio, como miembro de honor y podrá asistir a todas las reuniones del mismo. Y es que, por mucho que a algunos les pese, el Museo y Pepe son dos piezas inseparables, partes indivisibles una del del otro. Pepe era el alma del Museo y se ha notado su falta durante estos dos años. El Museo estaba muerto porque le faltaba el alma; y hoy ha recuperado su aliento y su vida. Volver a Museo y ver a Pepe dentro será de nuevo un lujo y un un placer impagables para los visitantes . Visitar el museo durante los dos últimos años, sin la imagen de Pepe apoyado en el mostrador de la cantina que él mismo diseñó era un fraude. El museo ha nacido de nuevo ayer. Sólo queda desear larga vida al museo y a su fundador y alma máter,José Naveiras Escanlar, Pepe Ferreiro para los amigos.


La foto es de Salvador, las nuestras están en proceso de selección y los nervios jugaron en nuestra contra, demasiado tiempo esperando esta noticia

domingo, 15 de enero de 2012

¡Con el perro de Lucrecia hemos topao!


Vuelvo a mis historias y vivencias, después de estar una temporada alejada de este mundo virtual. Esta también discurre en el pueblo de Rimeses y seguro que alguno se siente identificado.
Subíamos como muchos días de la escuela las “guajas” del pueblo, mas o menos todas de la misma edad: Loli, Pili Celia, Mari Jose y yo (que me perdonen si me olvido de alguien pero de esto hace la friolera de cuarenta y tantos años). Como de costumbre discutiendo, que si tu tienes la culpa del castigo, que si no fui yo, que si quien tiro el papel que enfureció a la maestra y nos dejó sin recreo; vamos que el guirigay o gallinero o como queráis llamarlo era enorme y despertó las iras de uno de nuestros mayores enemigos “el perro de Lucrecia “que ya nos tenía ojeriza cuando pasábamos junto a la portilla de la casa en el camino a Rimeses y otra manera de entrar al pueblo no había o eso creía yo
A lo que iba, el perro se puso muy nervioso se soltó de la cadena y saltó hacia nosotras
Gritando asustadas en medio de aquel enorme monstruo nos encaramos como y donde pudimos en desbandada, una en el tejado de la caseta del perro, otra en la parte alta de la muria del camino y las dos Lolis subidas a un viejo castañal que todavía hoy no sé como llegamos a trepar. Pero Mari Jose, ¡hay la pobre Mari Jose, creyéndose salvada camino arriba, ya que su casa era la siguiente, intentaba correr, pero la inclinada cuesta y sus kilitos de más s pusieron mas bien en la parte de la bandeja del perro que la agarro por detrás mordiendo donde la espalda pierde su nombre. De nada sirvieron los llamamientos de Lucrecia antes de llegar a él, el pandero al aire era la evidencia
Nuestros padres alertados de los gritos lloros y ladridos del perro salieron a nuestro encuentro, y en el cruce de caminos nos encontramos, nosotras como si hubiéramos salido de una batalla campal, con rodillas destrozadas, algún vestido descosido de trepar.. y ellos una cara de susto que era de película.
Así que los ánimos se encendieron
¿Otra vez el perro? Uno de los padres volvió a casa y escopeta en mano a toda costa quería acabar con él, -un día nos va a costar un disgusto- decía.
Bueno no preocuparos por el perro que entre Santos y mi padre lograron apaciguarle, fueron a hablar por enésima vez con Lucrecia y acabo atado en la otra parte de la linde de la casa lejos del camino, preocuparos por el pompis de Mari Jose que la pobre tuvo que bajar a Mieres la medico y sentarse en un flotador durante muchos días, pero no hay mal que por bien no venga, en los años sesenta y siendo hijos de mineros pocos niños podíamos tener la suerte de adquirir ese preciado juguete veraniego, pero de los juguetes de Mari Jose hablaré otro día, esa es otra historia.