jueves, 6 de agosto de 2009

La Calumnia irreparable



Cuento popular asturiano

Aquí en el pueblo hay de todo mucho, pero casi mas que nada lo que hay es mucha lenguatera, y casi más lenguateros, de esas que, como las sierpes, llevan en la boca un latigo bifido y más ponzoña que la que entra en el pote de una bruja. No se hace por mal eso de rajar y rajar, yo creo que es más por puro aburrimiento. Y es que paez que no se tarda nada en rajarle una fatada a cualquiera, pero la cosa está en que, luego, deja de ser fata la cosa, y es ya perrería que no se puede quitar uno de encima, y que nadie sabe como le cayó.
Un caso claro lo tuvimos en el pueblo hace muchos años, Contáramelo mi güelo y ya deciame él que había pasado hace mucho. Le pasó la cosa a una buena rapaza que andaba más prendada del mozu que un calcetu del zapato, y que todas las noches le esperaba para darle en amores lo que en otras labores el día le quitara, todas las noches, sin faltar una, y hacía más de un año, y en todo ese tiempo veiase ella como en una nube. Estaba enamorada la probe,
Una noche, la moza esperó y esperó y el mozu de su alma no apareció, y ella preocupose toda y preguntaase si habria enfermado, y porqué no había mandado aviso. La moza tocoi esperar noches y noches en vano, y aquello era para ella una tortura, nada entendía,
Y todo fue cosa de dos: una vecina a la que le había crecido la envidia como los pelos al gochu, y un sastre remendón de los que van por las casas haciendo sus labores, que no es otro cosa que saberlo todo y ser el primero en contarlo. Habían empezado diciendo por ahí que si había hecho la moza esto y aquello otro, y que si le había visto ella haciendo lo otro, nunca se supo muy bien lo que dijeron o maldijeron, la charrana esa y el charrán aquel y eso es muy propio de chismes.
La cosa tuvo que ir a más que un simple chismorreo y el mozu tuvo que oilo, y al no estar él tan enamorau, escapose del pueblo. Así se lo contó la madre de él. –engañarunlu fia, hazme casu, engñarunlu y él ye como ye, y no como yo.
Pero no era fácil para la moza. Murió pronto de su amor que le faltaba y de la crecida perfidia que en tan poco tiempo el pueblo y su vida entera inundara, y en el entierro una nube como de remuerdo apagaba todas las velas que se querían encender y los paisanos no se miraban, y las paisanas solo de reojo, y el cura pasó por el sermón repitiendo el del ultimo domingo.
Allí en el entierro empezaron los remordimientos del sastre y de aquella mala pécora que empezaron todo el desaguisado, continuaron al día siguiente, despertándo a ella muy temprano con un mal sueño de serpientes y sapos a él con otro distinto en el que se vía asurdamente enfentado a una babosa a la que atacaba con sus agujas de coser y siguieron y siguieron los remordimientos llevandolos al cura y a la confesión, pero por mas penitencia que se les pusiera el mal ya estaba hecho y no tenía vuelta atrás
“Si nos damos cuenta, seguimos siendo una sociedad de hipócritas, y por mas años que tenga el cuento, todavía hoy en día sigue pasando lo mismo, es igual que sea por amores, o por otra causa, cuando se suelta la lengua y se deja caer una insinuación ya no hay quien la pare, y no tiene remedio, podemos haber hecho daño y calumniar a una persona que es inocente, tengamos cuidado unos con lo que se dice y en lo que se cree otros”

11 comentarios:

Barreira dijo...

Totalmente realista o conto. Mais ben parece unha parábola.
Claro que hai moita xente que se adica a poñer etiquetas a todo o mundo, sin importarlle moito os resultados de tales actos.
E sobre todo pasa nos sitios pequenos (non tanto nas grandes cidades), que por pequenos, todo o mundo se coñece. E Galicia e mais Asturias está cheo de sitios destes.
Saudos

Trenzas dijo...

¡Precioso y muy cierto el cuento! Y aún seguimos en las mismas, tantas veces, que hasta vergüenza da.
Muchas gracias por tu visita a mi blog y por tus comentarios.
Me he quedado encantada con esa forma tuya de contar en asturiano (¿o es más correcto bable?)
En mi niñez (soy nieta de gallego), estuvo bastante en Galicia y Asturias y, de repente me ha parecido estar oyendo mi infancia y esa manera de hablar tan bonita.
En cuanto al post anterior a éste; yo perdí a mi padre hace ya seis añis y todavía no puedo acostumbrarme a que me falte. También sufrió mucho, y también se callaba o intentaba hacernos reír.
Cuesta superarlo, o no se supera; sólo se va atemperando el dolor, superado por los recuerdos más felices que de ellos guardamos.
Un fuerte abrazo, Loli. Y ya te enlazo, porque quiero tenerte cerca :)

Anónimo dijo...

POR ESO ME GUSTA ESTAR AQUI, PORQUE CONOZCO Y APRENDO MUCHAS COSAS DE OTROS PAÍSES...GRACIAS!!!

ES INTERESANTE LO QUE NOS PLATICAS..Y SEGUIRÉ ATENTA A LO QUE NOS SIGAS COMPARTIENDO.

GRACIAS POR TU VISITA!! COMO VES, ME GUSTA LA POESÍA E INTENTO ESCRIBIRLA JEJEJE!!!

SALUDITOS DESDE MÉXICO!!!

Dante Bertini dijo...

parece que has barrido los temores
y te has lanzado a contar
tu hijo tenía razón!
me alegro

Carmen Montoro dijo...

Me gusta leerte, Loli.

Cada uno es responsable de lo que dice, y de lo que "inventa"...todo ese mal se volverá como un "boomerang".

Pero el daño ya está hecho y casi siempre es irreparable, como dices.

!axa salu¡

BRABIDO dijo...

Que gran verdade,eu vivo en unha aldea e che podo asegurar que a dia de oxe sigue sendo igual,inda que xa non alla "leitiras" (persoas que tiñan vacas é a primeira hora da mañan sacaban o leite é levaban po cruce de carreteras polo cual pasaba o camion da recollida larsa,clesa.....).Nesta xuntanza saian as criticas po dia a seguir,xa se encargaban o longo da maña de repartilas polos seus barrios,é sempre aumentando claro.
A "palabras necias oidos sordos"

Saudos

PRAADIANTE

pepa mas gisbert dijo...

Historias como estas están en todas las culturas, en todas las tierras, lo que demuestra lamentablemente que hay mucha gente así.

Saludos

Gracias por pasarte por mi casa y como regalo de bienvenida un poema de Carlos Marzal en mi voz, pincha en:
pluscuamperfecto de futuro

Chousa da Alcandra dijo...

Cada un é esclavo do que di e dono dos seus silencios; pero claro, resulta complicado amosar o "patrimonio" do que se sabe estando caladiño. Así acontece o que relata esa historia.

(Alédame ter atopado o teu recuncho. Outro día que volva a ver se me escancias unhas sidrinas e contamos outro conto)

Saúdos dende a Chousa

Diana dijo...

Hola Loli.
La leche, qué cuento tan triste y tan real!
En todos los sitios pasa lo mismo. Ya sea en un pueblo de Asturias, ya en una aldea de Galicia. Ya en una villa de Castilla, ya en algún lugar de La Mancha. Los chismes sólo sirven para hacer daño y como en tu , en el cuento de tu abuelo, una vez vertidos, ya no se pueden recoger.
Me ha gustado leerlo en bable, se dice así verdad?.
Gracias por visitar mi blog. Cómo has accedido a él?
Desde Coruña un saludo.
Diana

J.R.Infante dijo...

Resulta estupendo eso de contar cosas de la propia tierra, aunque luego la paradoja -como es el caso- sea universal. Me uno a los comentarios anteriores cuando te agradecen la visita a sus respectivos blogs, pero es que esto funciona así, nos leemos los unos a los otros y si nos gusta lo que tenemos ante la vista, comentamos, aunque soy partidario de poner algo siempre, porque de todo se aprende.
Un beso

Fernando García Pañeda dijo...

Las calumnias, en general, siempre tienen algo de irreparable; y algunas, como ésta, siempre lo son.
Una característica fieramente humana; de la vida en sociedad, claro.
Un saludo.