domingo, 24 de junio de 2012

El arte de mentir

Desde muy pequeña mi madre siempre me inculcó que no se debía mentir, de una persona mentirosa uno nunca se puede fiar -decía-
 Y muchas mentiras me hicieron mucho daño, tanto que aún en el día de hoy si los recuerdo me duelen.
Me acuerdo sobre todo de los días de escuela, donde las más espabiladas se las componían para salir airosas y las más débiles llorando de impotencia.
... Invierno, escuela de Sueros, un caserón que tenía por calefacción una chimenea de leña a la entrada, las más pequeñas con la pizarra en el regazo ensayábamos nuestras primeras letras en la primera fila sentadas en  pequeños escaños no en pupitres. Debía ser mis primeros meses de escuela no recuerdo bien, pero si recuerdo que mi madre aquel día me había metido un plátano entre el material escolar envuelto en periódico (muy pocas veces se podía llevar ese manjar para el recreo). Una de las alumnas preferidas de aquella "maestra de las de antes"me lo vio, y me lo pidió (la casualidad quiso que ella llevara otro pero se lo comió a primera hora), yo me negué y no perdió tiempo en levantarse e ir a acusarme de que se lo había quitado.Y la creyó, le había visto el plátano en la mano cuando entramos, Por más que lloré, pataleé, y grité no me devolvieron el plátano. Las demás callaban aunque más tarde me consolaban, de nada servía aquel acto de camarería a espaldas de las usurpadoras, me quedé sin almuerzo.
Existen auténticos expertos en mentir sin que lo parezca, en decir las casas de forma que puedan reinterpretarse y cambiarles el significado cuando interesa y con quien interesa, me topo con ello un día sí y otro también, pero ya no lloro ni pataleo, solo espero pacientemente, "se coge primero a un mentiroso que a un cojo"
 Por esa cuesta de la foto bajaba todos los días a la escuela con seis años, lastima no haber encontrado una de la vieja casa escuela

2 comentarios:

trimbolera dijo...

Claro que duelen esos recuerdos porque las injusticias siempre hacen daño, mucho daño.

maluferre dijo...

Tengo algunos recuerdos parecidos...También el mentir parece un arte y algunas personas son verdaderas "artistas"
Un saludo.